El primer antecedente de democracia y los orígenes del
término se re- montan a la Grecia clásica, en la primera mitad
del siglo V antes de Cris- to, en la forma de gobierno que experimentó la
polis griega, siendo Atenas el ejemplo más representativo. De esta época y de
estas prácticas proviene su definición etimológica: la democracia
definida como "el gobierno del pueblo", exactamente democracia,
término compuesto por demos = pueblo y kratia = gobierno. Si bien etimológicamente, como
reconoce Dahl, el tér- mino parece sencillo, sus dos componentes nos planteadnos
problemas centrales: qué o quiénes constituyen el pueblo y
qué significa que ellos gobiernan. Dos preguntas claves a lo largo de
toda la tradición del pensa- miento y debate democrático, de cuyas respuestas
dependerá el contenido de esta forma de gobierno.
Democracia moderna
La democracia moderna se puede vertebrar bajo dos formas:
democracia directa o de la identidad o bien democracia indirecta o de
representación. La primera es la forma de gobierno en la que cada uno de los
individuos toma las decisiones políticas, es decir, es el ejercicio directo del
poder. Este sistema ya se ejercitaba en Grecia, donde los ciudadanos se reunían
en el Ágora y tomaban las decisiones: ésta sería la forma más perfecta de
democracia, pero al ser inviable debido a la multitud de ciudadanos que hay hoy
en día, se pasa a la forma indirecta; los ciudadanos elegimos a unos
representantes para que en nuestro nombre decidan, sin que por ello renunciemos
a la soberanía. Esta democracia representativa constituye el esquema político
actual, pero aún así, en el esquema constitucional actual existen algunas
fórmulas de democracia directa, como son losconcejos abiertos, régimen de los ayuntamientos que toman una
decisión política entre todos sus individuos integrantes, o como puede ser elreferéndum, o lasmanifestaciones
populares.
Democracia y formas de organización
y participación de los pueblos originarios
Democracia y formas de organización
Democracia
es una forma de organización de grupos de personas, cuya característica predominante
es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros,
haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad colectiva de los
miembros del grupo. En sentido estricto la democracia es una forma de
organización del Estado, en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por
el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que le
confieren legitimidad a los representantes. En sentido amplio, democracia es
una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y
las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales.
La democracia se define también a partir de la
clásica clasificación de las formas de gobierno realizada por Platón, primero,
y Aristóteles, después, en tres tipos básicos: monarquía (gobierno de uno),
aristocracia (gobierno "de los mejores" para Platón, "de los
menos", para Aristóteles), democracia (gobierno de la multitud para Platón
y "de los más", para Aristóteles).1
La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y la
Subsecretaria de Planificación y Política Ambiental efectivizaron, este martes
08 de noviembre, el lanzamiento de la Comisión Nacional Asesora para la
Conservación y Utilización Sostenible de la Diversidad Biológica (CONADIBIO[i]), en la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con la participación de organismos
gubernamentales, Organizaciones No Gubernamentales nacionales y provinciales,
y autoridades del Encuentro Nacional de Organizaciones Territoriales de Pueblos
Originarios (ENOTPO).
El lanzamiento que tuvo lugar en el salón del Hotel Castelar, en Av. De
Mayo 1152, inició a las 10hs con la apertura del Secretario de Ambiente y
Desarrollo Sustentable Dr. Juan José Mussi, la titular de la Subsecretaría de
Planificación y Política Ambiental, Dra. Silvia Révora, y el representante del
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Santiago Herrera.
La Dirección de Pueblos Originarios y Recursos Naturales-SAYDS estuvo
presente en el evento con participación en las comisiones y talleres que se
desarrollaron durante la jornada. También fueron convocados autoridades y
delegados de las Organizaciones Territoriales de los Pueblos Originarios
(ENOTPO) y se contó con la presencia de la Diputada Nacional Rosa Chiquichano
(pueblo Tehuelche), de la Provincia del Chubut.
Las autoridades de las organizaciones de los Pueblos Originarios resaltaron
ante los representantes gubernamentales nacionales y provinciales, la necesidad
de generar políticas que contemplen el respeto y cumplimiento de los derechos
adquiridos de los pueblos originarios -reconocidos en la Constitución Nacional,
en los Tratados y Convenios Internacionales. Al respecto, hicieron hincapié en
el derecho a la Consulta y al Consentimiento Libre, Previo e Informado (CLPI)
de la OIT. Además subrayaron la importancia de garantizar la participación
plena y genuina de los pueblos originarios a través de sus organizaciones, tanto
en los ámbitos de decisión como así también en el proceso de aplicación en los
territorios.
Participación de
los pueblos originarios
Las propuestas
elaboradas por los referentes de los Pueblos Originarios fueron, entre
otras:
- Puesta en valor e
incorporación de los conocimientos ancestrales y tradicionales propios de
las culturas y cosmovisiones de los pueblos originarios en materia de
biodiversidad;
- Mayor difusión del
Derecho Indígena;
- Aplicación del Protocolo
de Consulta y Participación, que actualmente se encuentra en elaboración;
- La representación de los
Pueblos Originarios debe ser en carácter de Pueblos a través de sus
organizaciones territoriales y de sus representantes legítimos, y no enmarcadas
como ONGs.
- También se propuso
ampliar a cuatro (4) el número de representantes, un miembro por cada una de
las regiones del país (NOA, NEA, SUR y CENTRO).
La titular de la
Subsecretaría de Planificación y Política Ambiental, Dra. Silvia Révora, en la
presentación y apertura se refirió al peligro que implica para Argentina la
falta de control y regulación de la explotación de los recursos naturales, que
actualmente se realiza de manera indiscriminada e irracional: “Nosotros estamos
en presencia de un modelo de producción y consumo que es insustentable, este
modelo lo que busca es maximizar las ganancias a corto plazo y detenta nuestros
recursos en función de tener esas ganancias, sin darse cuenta que ese sustento
natural es lo que permite obtener esa materia prima para hoy y para el futuro.
O sea, la dilapidación, la degradación que este sistema está logrando sobre los
bienes naturales implica pobreza para mañana, no solo para nuestro país sino
también para el mundo”, expresó.
Manifestó también que
Argentina no es ajena a la realidad de los otros países que son víctimas de
esta política de saqueos de los recursos naturales. “Hemos entendido que
nosotros estamos ante la crisis ambiental de la presente civilización. Estamos
ante una crisis de valores, donde se privilegian ciertos valores que van a
contramano de los valores esenciales de la humanidad como la justicia, la
solidaridad y el respeto al otro y al diferente. Esto implica, por supuesto
que, los sectores más vulnerables, los más pobres tanto en la Argentina, como
en el resto del planeta, son los que más sufren. Por lo tanto, esta estrategia
nacional de biodiversidad que queremos nosotros hoy comenzar a trabajar, con
todos ustedes, apunta precisamente a reducir la pobreza. No hay estrategia de
biodiversidad sin equidad social, de lo contrario nosotros vamos a contramano
de lo que es la vida en el planeta en el futuro”, manifestó.
Aseguró, además, que
"si seguimos con este nivel de depredación, degradación y utilización de
los recursos naturales como se están dando en Argentina y en el mundo, vamos a
necesitar a muy corto plazo –20, 30 o 50 años- dos planetas". Por eso
llamó a formar una ciudadanía con responsabilidad con el medio natural, para
que actúen en consecuencia.
Para ello, la Dra.
Révora reiteró que será necesaria la coordinación con los diferentes organismos
públicos, especialmente con la plena participación de los pueblos originarios,
con los que se podrán establecer una excelente estrategia para la conservación
de la diversidad biológica para todos.
Como sistema político, la democracia atraviesa varios
períodos históricos hasta llegar al siglo XXI. Sus orígenes como régimen
político pueden ser ubicados en el año 500 a.C., aproximadamente, en el
contexto de los años de auge de la Civilización Griega. Esta sociedad planteó
los primeros cimientos teóricos y prácticos de la democracia como sistema político
y la practicó como forma de gobierno. Estas estructuras apuntaron a garantizar
la participación de amplios sectores de la sociedad en la toma de decisiones
fundamentales para la comunidad; su asentamiento en pequeñas ciudades llamadas
Polis permitió la conformación de instituciones políticas y de un sistema de
participación. Por medio de ellas se aseguró la discusión constante sobre las
leyes, normas y reformas aplicadas para mejorar el bien común de todos los
ciudadanos de las Polis.
Los planteamientos iniciales de la democracia fueron
recuperados, durante los siglos XVIII y XIX, por políticos, filósofos e
intelectuales en el marco del proceso de constitución de los Estados-nación
modernos en Europa. Como respuesta a los regímenes monárquicos y absolutistas,
grupos de pensadores europeos plantearon la necesidad de un sistema político
democrático cuyo objetivo fuera el de poner a disposición de los ciudadanos la
designación de los gobernantes por medio del sufragio, pues se consideró que
cada uno de los miembros de la nación estaban en la obligación y el derecho de
intervenir en su propia forma de gobierno.
Más adelante, durante el siglo XX, la definición de
democracia comenzó a ser replanteada y diversificada con la consolidación del
capitalismo como sistema económico, la conformación de nuevas comunidades
políticas en otras regiones del mundo, el crecimiento de las ciudades, y la
aparición de movimientos de masas con cuestionamientos frente al sistema
democrático. Durante todo el siglo, la democracia recibió muchas críticas como
sistema político por considerarse que no era suficientemente efectiva en
garantizar la participación popular, y por ser, en muchas ocasiones, un sistema
controlado únicamente por las élites políticas de cada país.
Relación entre identidad nacional y diversidad socio cultural
Identidad nacional
es la identidad
basada en el concepto denación,
es decir, elsentimientode pertenencia a unacolectividad
histórico-culturaldefinida
con características diversas, rasgos decosmovisióndefinidos con mayor o menorlocalismoouniversalismo(desde laculturaa lacivilización),
costumbres de interacción, organización social y política (particularmente, elEstado-tanto si se identifica con él como si
se identifica contra él-). La identificación con una nación suele suponer la
asunción, con distintos tipos y grados de sentimiento (amora lo propio,odiootemora lo ajeno,orgullo,fatalismo,victimismoentre otros) de las formas concretas
que esas características toman en ella. Se da simultáneamente a otras
identidadesindividualesoidentidades colectivas1basadas en cualquier otro factor (lalengua, laraza,
lareligión,
laclase social,y
mas.), asumiéndolas, superponiéndolas, ignorándolas o negándolas. Suele tomar
como referencia elementos explícitos tales como símbolos patrios o signos
distintivos (banderas,escudos,himnos,selecciones
deportivas,monedas, etc.)
La Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural,
adoptada por UNESCO en noviembre de 2001, se refiere a la diversidad cultural
en una amplia variedad de contextos y el proyecto de Convención sobre la
Diversidad Cultural elaborado por la Red Internacional de Políticas Culturales
prevé la cooperación entre las partes en un número de esos asuntos.
La diversidad cultural refleja la multiplicidad e interacción de las
culturas que coexisten en el mundo y que, por ende, forman parte del patrimonio
común de la humanidad. Según la UNESCO, la diversidad cultural es "para el
género humano , tan necesaria como la diversidad biológica para los organismos
vivos" .
La diversidad cultural se manifiesta por la diversidad del lenguaje, de las
creencias religiosas, de las prácticas del manejo de la tierra, en el arte, en
la música, en la estructura social, en la selección de los cultivos, en la
dieta y en todo número concebible de otros atributos de la sociedad humana.
La diversidad de culturas o diversidad cultural se
refiere al grado de variación cultural, tanto a nivel mundial como en ciertas
áreas, en las que existe interacción de diferentes culturas coexistentes (en pocas
palabras diferentes y diversas culturas). Muchos estados y organizaciones
consideran que la diversidad de culturas es parte del patrimonio común de la
humanidad y tienen políticas o actitudes favorables a ella. Las acciones en
favor de la diversidad cultural usualmente comprenden la preservación y
promoción de culturas existentes.
La diversidad cultural es un patrimonio común de la humanidad y es tan
necesaria para el género humano como la biodiversidad lo es para los seres
vivos. Pero para aprovechar sus beneficios es necesario que se establezcan
relaciones igualitarias entre los diferentes grupos sociales.
De acuerdo al marco conceptual para La Diversidad Cultural publicada en el
marco de la Campaña nacional por la diversidad cultural de México, "no es
lo mismo hablar de diferencia que de diversidad cultural. Si hablamos de
diferencia, tenemos un punto obligado de referencia. Somos diferentes en algo
específico [...]. Cuando se usa el concepto de diversidad, por el contrario,
cada persona, cada grupo, cada comunidad necesita hablar de lo que es, de sus
haberes, sus recursos, sus historias y proyectos, en suma, de su identidad.
Porque lo diverso se define en relación consigo mismo y en relación con los
otros, con los diferentes."
La identidad cultural es un elemento que muestra la diversidad cultural como
punto de partida y motor de la constante reconstitución de las culturas.
La identidad es la afirmación, reconocimiento y vinculación con la realidad de
los sujetos que se constituyen y forman en las distintas culturas. La identidad
nos sitúa respecto del otro, al afirmar la singularidad distintiva con base en
la que creamos y recreamos un sistema específico de significación, ya sea
personal, comunitario o social, adscribiendo así pertenencia étnica y
lingüística; posiciona a los sujetos en un intercambio de prácticas culturales
en el que actúan, se relacionan y proyectan. Así, la identidad forma parte de
la cultura y a su vez le da sentido y consistencia. Si la identidad parte del
reconocimiento de uno mismo, el sentido del yo proporciona una unidad a la
personalidad que, para formarse, necesita la presencia del otro que lo
transforma y moldea a la vez